Gran
revuelo ha causado en las redes sociales la polémica aprobación del alza de dos
millones de pesos solicitada por la ex mesa del Senado liderada por Guido
Girardi y se hará efectiva a contar del día del trabajador. Esta asignación es
vista como una provocación a la ciudadanía, particularmente cuando en Chile se observan
enormes inequidades y una profunda desigualdad en el ingreso.
Sin
embargo, en la práctica, el aumento no es un incremento en la remuneración de
los honorables, sino un alza en la asignación para gastos operacionales. ¿De qué
se trata?
Los
senadores tienen a su haber ciertas asignaciones para gastos que deben efectuar
por su labor parlamentaria. $5.350.000 son para contratar personal de apoyo
permanente (secretaria, profesionales o técnicos para asesoría, asistencia o
apoyo); $2.700.000 son para contratar mensualmente asesorías especializadas
(estudios, informes, asistencia legal); $5.450.000 corresponden a gastos
operacionales como el arriendo de oficinas parlamentarias, telefonía, traslado
terrestre (arriendo de vehículos, combustible, pasajes, peajes, tag,
alojamiento, alimentación y viáticos), correspondencia y difusión, materiales
de oficina, gastos de representación y gastos menores; finalmente, un monto
variable entre $350.000 y $750.000 por pasajes aéreos, según la región
representada. Total, cerca de catorce millones de pesos. La pregunta entonces
es ¿no les alcanza con eso?
Supongamos
que efectivamente contratan una secretaria por $800.000 (sueldo bastante meritorio),
un profesional de apoyo por $2.350.000 (otro sueldo digno), un chofer por $1.000.000
(también un sueldo decoroso) y a un técnico de apoyo por $1.200.000 (un salario
decente), la asignación es realmente justa. Lo anterior, sin meditar en que en
la mayoría de los casos sólo la secre y el chofer hacen la pega realmente
encomendada, el resto son operadores políticos. Si lo anterior no fuera así, no
sería necesaria la asignación para asesorías especializadas. Al menos no
permanentemente. Si no fuera así, ¿por qué reciben igual la asignación durante
febrero cuando hay receso en la cámara alta? Pensemos mal ¿pago a favores políticos?
Lo
realmente escandaloso es, justamente, la asignación para gastos operacionales:
sedes parlamentarias que rara vez funcionan y que se arriendan, a veces, a
precio de huevo pero con contratos falsos (¿recuerdan el reportaje de TV?); viáticos
que a veces no son (es una verdadera especialidad en ciertos cargos de
representación, juntar boletas no pagadas para hacerlas pasar por gastos de viático);
correspondencia y difusión que es un verdadero merchandising, etc. ¿para ello
quieren más lucas?
Verdaderamente
es una forma de violencia simbólica que irrita e indigna, una verdadera incitación,
una ofensa a los ciudadanos y un insulto a nuestra “suciedad”. No tan solo por la
cantidad (dos millones) ni por la proporción (un 37% adicional a la asignación)
cuando los beneficios para el resto de los chilenos es menor a un 5% (con
suerte), casi tampoco por la inequidad, sino porque ellos son los únicos
capaces de autoasignarse los recursos que quieran, en la institución menos representativa
de las que existen en nuestra muy imperfecta democracia.
nosotros somos el real problema, no sacamos nada con quejarnos, llorar y patalear......somos los mismos sufragantes erroneos y cercanos a zombies.
ResponderEliminarNo hay politico bueno, son todos del mismo saco, sin caso excepcional alguno.
Un abrazo. buen blog
Muchas gracias. Tienes razón, pero también hay que reconocer que el sistema es lo suficientemente hermético como para impedir cambios sustantivos. Cuando ello es así, los cambios suelen hacerse de manera poco democrática.
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