miércoles, 11 de abril de 2012

Una autoasignación que indigna. Senadores y sus asignaciones.


Gran revuelo ha causado en las redes sociales la polémica aprobación del alza de dos millones de pesos solicitada por la ex mesa del Senado liderada por Guido Girardi y se hará efectiva a contar del día del trabajador. Esta asignación es vista como una provocación a la ciudadanía, particularmente cuando en Chile se observan enormes inequidades y una profunda desigualdad en el ingreso.
Sin embargo, en la práctica, el aumento no es un incremento en la remuneración de los honorables, sino un alza en la asignación para gastos operacionales. ¿De qué se trata?
Los senadores tienen a su haber ciertas asignaciones para gastos que deben efectuar por su labor parlamentaria. $5.350.000 son para contratar personal de apoyo permanente (secretaria, profesionales o técnicos para asesoría, asistencia o apoyo); $2.700.000 son para contratar mensualmente asesorías especializadas (estudios, informes, asistencia legal); $5.450.000 corresponden a gastos operacionales como el arriendo de oficinas parlamentarias, telefonía, traslado terrestre (arriendo de vehículos, combustible, pasajes, peajes, tag, alojamiento, alimentación y viáticos), correspondencia y difusión, materiales de oficina, gastos de representación y gastos menores; finalmente, un monto variable entre $350.000 y $750.000 por pasajes aéreos, según la región representada. Total, cerca de catorce millones de pesos. La pregunta entonces es ¿no les alcanza con eso?
Supongamos que efectivamente contratan una secretaria por $800.000 (sueldo bastante meritorio), un profesional de apoyo por $2.350.000 (otro sueldo digno), un chofer por $1.000.000 (también un sueldo decoroso) y a un técnico de apoyo por $1.200.000 (un salario decente), la asignación es realmente justa. Lo anterior, sin meditar en que en la mayoría de los casos sólo la secre y el chofer hacen la pega realmente encomendada, el resto son operadores políticos. Si lo anterior no fuera así, no sería necesaria la asignación para asesorías especializadas. Al menos no permanentemente. Si no fuera así, ¿por qué reciben igual la asignación durante febrero cuando hay receso en la cámara alta? Pensemos mal ¿pago a favores políticos?
Lo realmente escandaloso es, justamente, la asignación para gastos operacionales: sedes parlamentarias que rara vez funcionan y que se arriendan, a veces, a precio de huevo pero con contratos falsos (¿recuerdan el reportaje de TV?); viáticos que a veces no son (es una verdadera especialidad en ciertos cargos de representación, juntar boletas no pagadas para hacerlas pasar por gastos de viático); correspondencia y difusión que es un verdadero merchandising, etc. ¿para ello quieren más lucas?
Verdaderamente es una forma de violencia simbólica que irrita e indigna, una verdadera incitación, una ofensa a los ciudadanos y un insulto a nuestra “suciedad”. No tan solo por la cantidad (dos millones) ni por la proporción (un 37% adicional a la asignación) cuando los beneficios para el resto de los chilenos es menor a un 5% (con suerte), casi tampoco por la inequidad, sino porque ellos son los únicos capaces de autoasignarse los recursos que quieran, en la institución menos representativa de las que existen en nuestra muy imperfecta democracia.
¿Comentarios?

2 comentarios:

  1. nosotros somos el real problema, no sacamos nada con quejarnos, llorar y patalear......somos los mismos sufragantes erroneos y cercanos a zombies.
    No hay politico bueno, son todos del mismo saco, sin caso excepcional alguno.
    Un abrazo. buen blog

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    1. Muchas gracias. Tienes razón, pero también hay que reconocer que el sistema es lo suficientemente hermético como para impedir cambios sustantivos. Cuando ello es así, los cambios suelen hacerse de manera poco democrática.

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Gracias por comentar.